SOY FLAVIA

Arte, café y quizás algo más.


Miedo a hacerse mayor

Creo que en muchos de nosotros existe ese miedo por hacerse mayor. Notar que la piel se nos empiece a arrugar y la sensación de que pierde gravedad, el dolor de cuerpo y dejar de lado algunas actividades porque el cuerpo “ya no da”. Sentimos que estamos contra el reloj todo el tiempo y eso realmente nos da pavor.

Llevo unas semanas, desde que me cambié de gimnasio, coincidiendo con un grupo de señoras, bastante mayores y seguramente muchas de ellas abuelas.
Mas o menos son veinte mujeres que se reúnen sobre las 08:30 de la mañana en el vestuario para entrar a la ducha, luego de probablemente haber hecho algún deporte acuático.

El ambiente es muy agradable. Se escuchan varias voces a la vez con sus diferentes tonos, incluso algunos gritos que cruzan de un lado al otro del vestuario. Aunque lo que más se escucha son sus risas. Son mujeres felices y han encontrado su libertad en este pequeño espacio.

Se reúnen en las duchas y mientras cada una se baña, se les oye hablar. Al terminar, salen todas a la vez y se quedan en la puerta secándose los cuerpos, esos de los que hablaba antes. No sienten vergüenza, no ocultan ninguna parte de su cuerpo. Mientras yo estoy de pie al lado de la puerta esperando mi turno para poder entrar a la ducha.

Al terminar, vuelvo a mi casillero para alistarme y una vez más me encuentro con este grupo de mujeres habladoras. Continuan sin parar y yo las escucho. Presto atención a cada palabra que sale de sus bocas mientras ellas se terminan de poner guapas antes de irse.

Llega el momento en el que se empiezan a despedir y yo no quiero que se vayan. “Nos vemos mañana”, “Yo vengo el jueves”, “Adeu guapa”. Son tan sólo alguna de las frases de despedida que se oyen.

Lo que ellas no saben es que yo las he escuchado con mucha atención sentada desde mi banca. Las veo irse e instantáneamente mi cabeza empieza a valorar la edad y lo bonito que es hacerse mayor. Nunca estamos contra el tiempo si realmente disfrutamos de esos pequeños momentos que nos llenan de vida.

Qué bonito hacerse mayor y seguir brillando, irradiar felicidad donde vayas, sin miedo a que un día se apague la luz y no vuelva a encenderse más.



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